El 9 de noviembre de 2025, Rixi Moncada subió a un escenario en el Estadio Chochi Sosa, localizado en la capital Tegucigalpa. Miles de simpatizantes del Partido Libertad y Refundación (Libre) la esperaban para escucharla ya que habían sido convocados para realizar una «movilización permanente» en contra del supuesto fraude electoral que su partido ha denunciado desde hace semanas y que el Fiscal General anunció estaba investigando.
Habló sobre la «democratización de la economía», su propuesta base en su plan de gobierno en el que promete iniciativas como la disminución de las tasas de interés para aumentar el acceso a créditos. La emoción crece cuando Moncada hace una de sus promesas más llamativas: eliminar la central de riesgo. Los aplausos y los gritos escalan.
El planteamiento de la candidata oficialista no supone que a las personas se les condonarán por completo sus deudas, sino que ya no aparecerán en esta central de riesgo, que no es más que una base de datos a la que acceden las instituciones financieras al momento de otorgar créditos. Según el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (IIES-UNAH), en 2023, solo 1.2 millones de personas de entre 18 y 44 años tienen acceso a créditos con instituciones financieras. Moncada ha sabido hacer uso de esta realidad para llevarla a su campaña.
En la mayoría de sus discursos previos al 30 de noviembre, Moncada ha hablado de «poner el dinero en manos de productores, campesinos y pescadores» y de «transformar un modelo económico» que, a su criterio, no funciona. La mayor parte de su plan de gobierno se centra en la propuesta de reformas al sistema financiero, el acceso a créditos con bajas tasas de interés, la capitalización de la banca pública, la inclusión financiera y reformas tributarias.
La narrativa de Moncada, al menos en su natal Talanga, parece convencer. Idalia, una profesora talangueña jubilada, dos años menor que ella, recuerda haberla conocido cuando ambas estudiaban en el Instituto Técnico Brassavola Digbyana (ITBD).
Faltan poco más de dos semanas para las elecciones generales e Idalia hace labores de activismo a favor de Moncada y de la candidata a la alcaldía por el Partido Libre, Lesbia Sánchez, frente a la sede del partido, decorada con un dibujo del rostro de Manuel Zelaya Rosales, el expresidente de Honduras, defenestrado por un golpe de Estado.
Idalia afirma que, pese a que toda su vida había votado por el Partido Liberal, ahora apoyará a Rixi por dos motivos: «uno, porque es de Talanga, y ¿quién de acá no quisiera tener una presidenta talangueña? Y la otra, porque los pobres queremos que los ricos paguen impuestos», dice.
Sin embargo, Rixi Moncada no siempre ha sido «enemiga» de los banqueros, como se presenta frente a la militancia de su partido y la población en general, echando la culpa a «los 25 grupos económicos» y las «diez familias» de todos los males del país. A inicios de la década de 2000, ejerció como apoderada legal de los socios de dos instituciones financieras que quebraron en esos años: el Banco Hondureño de Crédito y Seguros (Banhcreser) y el Banco Corporativo de Honduras (Bancorp). En ese entonces conoció y representó ante los tribunales de justicia a Víctor Elías Bendeck Ramírez, socio de Bancorp junto con su padre, Víctor Elías Bendeck Samra, ambos acusados por el Ministerio Público (MP) por estafa.
Su conexión con Bendeck Ramírez, quien fue incluido por el Departamento de Estado de Estados Unidos en la Lista Engel de autores corruptos y antidemocráticos de 2023, también alcanza a la empresa Comercializadora de Electricidad Centroamericana de Honduras, S. A. de C. V. (CECHSA). Durante el gobierno de Manuel Zelaya Rosales, antes de que Moncada llegara a la gerencia de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), la compañía recibió mediante contratación directa —argumentando el gobierno una emergencia en el sector energético— un contrato para generar 150 MWh a base de carbón en la planta conocida como Brassavola, como si esa flor —que también da nombre a su antiguo instituto— persiguiera a Moncada en su carrera pública.
El antiguo cliente de Moncada, el banquero Víctor Elías Bendeck Ramírez, estuvo vinculado hasta 2018 con CECHSA, según consta en este documento.
El 12 de enero de 2008, Moncada asumió como ministra asesora de Energía y, paralelamente, como gerenta de la ENEE. Su antecesor, Juan Bendeck, había renunciado en diciembre de 2006, por lo que durante más de un año la institución quedó bajo una junta interventora encabezada por el entonces ministro de la Secretaría de Defensa, Arístides Mejía.
Mientras Moncada asumió la gerencia de la ENEE, el Ministerio Público (MP) abrió una investigación contra la junta interventora después de que el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) identificara algunas irregularidades en la asignación del contrato a CECHSA, según reseñaron medios de comunicación en aquella época.
Rixi Moncada nunca se olvidó de CECHSA y Brassavola, y el 3 de octubre de 2022, ya en el gobierno de Xiomara Castro y siendo ella ministra de la Secretaría de Finanzas e integrante de la Junta Directiva de la ENEE, aprobó que a esta empresa se le otorgara una adenda a su contrato con el Estado hondureño. Dicha modificación permitió cambiar la fuente y capacidad de generación de la planta Brassavola, pasando a utilizar diésel y aumentando la producción a 240 MWh.
CECHSA también ha estado relacionada con Roberto Brevé Reyes, actual comisionado propietario del Registro Nacional de las Personas (RNP) y exgerente de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel) durante el gobierno de Carlos Flores Facussé, el primer padrino político —al menos reconocido— de Moncada. Entre 2008 y 2018, Brevé Reyes fue director administrativo, presidente del consejo de administración y gerente general de la empresa.
Cuando Rixi Moncada fungió como gerenta de la ENEE, uno de sus principales colaboradores fue Roberto David Castillo Mejía, quien posteriormente fue gerente general de la empresa Desarrollos Energéticos S. A. (DESA) y quien, el 21 de junio de 2022, fue sentenciado a 22 años de prisión por el asesinato de Berta Cáceres, la líder social asesinada el 2 de marzo de 2016 por oponerse al proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, ejecutado por DESA.
Castillo Mejía fue contratado por la Junta Interventora de la ENEE como asesor técnico y, el 13 de enero de 2008, solo un día después de que Moncada asumiera el cargo, fue nombrado por ella como coordinador de Control de Gestión de la ENEE, percibiendo en ese momento un salario de 43,560 lempiras.
A pesar de lo anterior, durante su discurso de cierre de campaña del domingo 23 de noviembre, Moncada recordó a quienes «asesinaron» a Berta Cáceres y los calificó como los rivales a vencer el día de las elecciones.
«La lucha este 30 de noviembre es contra quienes nos impusieron más de 200 fideicomisos, saquearon la caja pública y quienes, cuando empezamos la defensa de lo nuestro, de los bienes comunes —como Berta Cáceres—, nos asesinaron», manifestó Moncada, omitiendo que durante el actual gobierno también fue asesinado otro líder ambientalista, Juan López de Tocoa, Colón, quien se oponía a proyectos extractivos de Grupo EMCO y sus filiales y quien había denunciado en múltiples ocasiones la complicidad del alcalde de Tocoa, Adán Fúnez con estos proyectos. Fúnez también es conocido por ser un líder importante del Partido Libre y aparecer en el narcovideo con Carlos Zelaya.
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Rixi, una historia de ascenso y consolidación de poder
El ascenso al poder rara vez es casual y consolidarlo tampoco es tarea sencilla. Para Rixi Moncada, esa premisa quizá se ha vuelto un principio. Es una mujer que conoce al Estado mejor que cualquiera de sus contendientes. Con 60 años, busca convertirse en presidenta de Honduras en una contienda que la enfrentará a Salvador Nasralla, un antiguo aliado político del Partido Libre con quien encabezó una alianza electoral antes de las elecciones generales de 2017, y a Nasry Asfura, la apuesta del Partido Nacional, que perdió las elecciones de 2021 frente a la actual presidenta.
Pero antes de hacer una carrera pública y política, Moncada estuvo enraizada al sistema de justicia hondureño, en el que estuvo en ambos lados: primero como jueza y magistrada y después como procuradora de tribunales. En 1995, a los 30 años, ingresó al Poder Judicial como jueza de letras de lo criminal en Francisco Morazán y, en 1998, pasó a ser magistrada de la Corte Primera de Apelaciones de lo Penal, cargo que ocupó hasta 1999. Un año antes, en 1998, se había convertido en notaria pública.
Tras salir del Poder Judicial, trabajó brevemente como asesora del exfiscal general del Ministerio Público (MP), Roy Edmundo Medina, elegido por el Congreso Nacional (CN) durante la presidencia legislativa de los liberales Rafael Pineda Ponce y con Carlos Flores Facussé como titular del Ejecutivo. En esa legislatura (1998-2002), Moncada asesoró a comisiones legislativas en la elaboración del Código Procesal Penal, la Ley del Tribunal Superior de Cuentas, la Ley de la Junta Nominadora y la Ley de Organizaciones Privadas de Desarrollo Financiero, entre otras normativas.
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Los orígenes de Moncada y su cercanía al poder no provienen tanto de su indiscutible afinidad con la familia Zelaya, encabezada por Manuel Zelaya Rosales y Xiomara Castro, sino con el expresidente Flores Facussé, con quien su esposo, Enrique Eduardo Arias Guillén, colaboró políticamente en el departamento Choluteca, al sur de Honduras, durante las décadas de 1980, 1990 y principios de los 2000. Ese vínculo fue el que permitió a Moncada acercarse al Partido Liberal y, posteriormente, convertirse en colaboradora de Zelaya Rosales, quien llegó al poder bajo los colores liberales pero fundó el Partido Libre tras el golpe de Estado de 2009.
Moncada no es el único caso de personas afines a Carlos Flores Facussé que terminaron formando parte del gobierno de Zelaya Rosales. Flores Facussé también tuvo a Zelaya Rosales como director del Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS), al vicepresidente de este, Elvin Santos, como ministro de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente, y entre sus asesores contó con Juan Bendeck, quien al inicio de la administración de Zelaya Rosales fue el predecesor de Moncada en la gerencia de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).
Aunque Rixi Moncada ya había forjado un nombre, su ascenso político se consolidó cuando, el 27 de enero de 2006, apareció en el gabinete de Manuel Zelaya Rosales como ministra de la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social, entre 2006 y 2008, aunque en este cargo pasó desapercibida en relación con su gestión al frente de la ENEE, de 2008 a 2009.
Tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009, que expulsó a Zelaya del poder, Rixi Moncada permaneció a su lado y encabezó una delegación nombrada por él para negociar con el gobierno de facto de Roberto Micheletti su eventual restitución, una negociación que no prosperó.
Años después, siempre del lado de Zelaya Rosales, fue fundadora del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado —luego Frente Nacional de Resistencia Popular— y también una de las fundadoras del Partido Libertad y Refundación (Libre), del cual hoy es subcoordinadora general y autora del Posicionamiento Político e Ideológico del partido.
Después, en el gobierno de Xiomara Castro, fungió como ministra de la Secretaría de Finanzas de 2022 a 2023, y después como ministra de la Secretaría de Defensa desde 2024 hasta 2025, cargo que ocupó durante las elecciones primarias del 9 de marzo de 2025 y desde el cual tuvo bajo su responsabilidad a las Fuerzas Armadas.
Entre 2019 y 2022 fue consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE) —un cargo elegido por el CN— y tuvo un papel clave en las elecciones generales de 2021, que llevaron a la presidencia a la candidata de su partido, Xiomara Castro.
Rixi Moncada, clave en el Partido Libre
Detrás de Rixi Moncada, una mujer de mirada y presencia firmes, nada responde al azar. Dentro del Partido Libre, ha conformado cuadros políticos que hoy la respaldan sin titubeos y que ocupan posiciones importantes dentro de la administración de Castro. A la vez, ella misma ha controlado espacios de influencia clave, tanto en el partido como en el gobierno. Sus colaboradores cercanos la describen como una mujer rigurosa y sus críticos como una mujer radical.
Pero incluso dentro del partido hay quienes observan con recelo su éxito político, al considerarlo en parte fruto de su cercanía con Manuel Zelaya Rosales. El diputado Rasel Tomé intentó en dos ocasiones convertirse en candidato presidencial de Libre, en 2017 y 2025. En la última contienda primaria fue derrotado por Moncada, quien contaba con el respaldo de seis movimientos internos: 28 de Junio, Fuerza de Refundación Popular, Pueblo Organizado en Resistencia, Esperanza Libre, Nueva Corriente y Somos +.
Tomé compitió desde el Movimiento Renovación Nuevas Alternativas y obtuvo 53,568 votos, frente a los 674,215 alcanzados por Moncada.
Tomé y su movimiento decidieron respaldar a Rixi Moncada porque, según él, «posee las condiciones necesarias para ser la candidata presidencial de Libre». Pero también afirma que se benefició del apoyo del oficialismo dentro del partido.
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«Ella es candidata por el oficialismo. Si no estuviera el oficialismo, nosotros le ganamos. Eran seis movimientos contra uno. Pero si le quitás todo el aparato del oficialismo, nosotros le habríamos ganado», sostiene convencido. Tomé se refiere como «oficialismo» a los cuadros políticos que, según él, son los más afines al coordinador general del partido, Manuel Zelaya Rosales.
Por el contrario, Russel Garay, secretario ejecutivo de la Administración de Servicio Civil y director de estrategia en la campaña de Rixi Moncada, considera que ella ha sido una de las «grandes conductoras y articuladoras del Partido Libre».
«En política suele haber injusticia a la hora de hacer juicios sobre un éxito. Vemos solo a las figuras más visibles y no a quienes organizan el trabajo. Rixi fue secretaria de actas, abogada del partido, la que redactó los escritos, la que defendió a las personas acusadas después del golpe», afirma.
Tras el golpe de Estado, Moncada enfrentó junto a Arístides Mejía, exministro de Defensa de Zelaya Rosales, un proceso judicial por la sobrevaloración en el alquiler de un edificio para la ENEE, aunque finalmente fue sobreseída. También defendió legalmente a Rebeca Santos, exministra de Finanzas, acusada por presuntamente autorizar irregularmente un cheque de 30 millones de lempiras en el marco de la consulta de la «Cuarta Urna» del 28 de junio de 2009. Dentro de ese proyecto, Moncada figuró como coordinadora en Choluteca.
El periodista y escritor Óscar Estrada coincide en que el rol de Moncada ha sido invisibilizado desde fuera de Libre. «Se confunde política con carisma. Ella es, esencialmente, una mujer tecnócrata, una líder tecnócrata, y ha sabido cultivar su carrera para colocarse en los lugares más altos de la estructura de poder del país», asegura.
Entre 2015 y 2019, a través de su hija Marcela Arias, Moncada estableció vínculos con una generación de jóvenes dirigentes que hoy ocupan cargos de relevancia en el gobierno de Xiomara Castro, entre ellos Russel Garay, Lucky Medina, Marlon Ochoa, Gerardo Torres, Gustavo González, Brian Erazo, Christian Duarte, Warren Ochoa, Zulmit Rivera, Fausto Cálix y Angélica Álvarez, esta última su candidata a segunda designada presidencial.
«Era un grupo de jóvenes que se formaron ideológicamente. Traían facilitadores propios para charlas y talleres, y desde ahí se construyó la base política del proyecto», explica Estrada.
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Para él, esos cuadros reclamaron cuotas de poder cuando Castro llegó al gobierno y seguramente seguirán vigentes en una eventual victoria electoral de Moncada: «Todo gobierno es una alianza. En el caso de los ministros cercanos a Rixi, ocupan puestos clave: Recursos Naturales, SAR, Finanzas, Defensa, Energía».
Estrada subraya que, más allá de su cercanía con Zelaya, Moncada «no ha recibido regalos políticos». «No es algo que le hayan regalado por ser buena gente. Ella se lo ha ganado. Como todo personaje político, sabe aprovechar las circunstancias para ganar espacios de poder y construir más poder desde ellos».
Nepotismo, movimientos en su patrimonio y sus planes sin extradición ni lucha anticorrupción: el otro rostro de Rixi Moncada
Rixi Moncada ha incluido en sus propuestas electorales y en su plan de gobierno un combate frontal a la corrupción, pese a las prácticas nepotistas y los señalamientos legales que rodean a su hermano, Mario Moncada, comisionado presidente de la Comisión Nacional de los Deportes, Educación Física y Recreación (Condepor).
En 2023, la Oficina Normativa de Contrataciones del Estado, adscrita a la Secretaría de Transparencia y Combate a la Corrupción, remitió al Ministerio Público (MP) y a la Procuraduría General de la República (PGR) un informe que detalla presuntas irregularidades en la gestión de Mario Moncada en la Condepor durante el proceso de remodelación del Estadio Nacional de Tegucigalpa.
Otro episodio que puso en entredicho el discurso de Moncada contra la corrupción y el crimen organizado ocurrió cuando fue nombrada ministra de la Secretaría de Defensa, el 1 de septiembre de 2024, apenas un día después de que Carlos Zelaya Rosales, hermano del expresidente Manuel Zelaya Rosales, confirmara que en 2013 —previo a las elecciones generales de ese año— se reunió con narcotraficantes para recibir dinero destinado a financiar la primera campaña presidencial de Xiomara Castro.
La controversia estalló el 4 de septiembre, cuando el medio InSight Crime difundió un video que confirmaba las declaraciones de Zelaya Rosales y en el que este solicita a narcotraficantes —entre ellos Devis Leonel Rivera Maradiaga y Víctor Hugo Díaz Morales— pagos por 500,000 dólares. Según el video, el dinero se distribuiría entre dirigencias políticas de varios departamentos y el 50 % sería entregado a «El Comandante», apodo con el que se identifica a Manuel Zelaya Rosales.
Ese mismo día, durante una conferencia de prensa transmitida en cadena nacional, Rixi Moncada, ya como ministra de Defensa, presentó un «listado de investigaciones de narcotráfico en Estados Unidos» en el que señalaba a integrantes de los partidos Nacional y Liberal, pero no mencionó a Carlos Zelaya Rosales.
Hasta entonces, Moncada había mostrado cercanía con Zelaya Rosales, incluso, durante el primer semestre de 2024 lo acompañó en concentraciones políticas en el departamento de Olancho.
Un año después, Rixi Moncada rechazó cualquier vínculo entre Carlos Zelaya Rosales y el narcotráfico. El 23 de julio de 2025, en una comparecencia ante medios de comunicación, afirmó que «no conozco ningún video que salpique a Libre como partido. He visto videos de personas, pero nuestra gente ha renunciado y ha quedado fuera de su actividad, hemos pregonado con el ejemplo».
Moncada tampoco precisó en su plan de gobierno cuál será el futuro de la extradición en Honduras, después de que el 28 de agosto de 2024 el gobierno de Xiomara Castro denunciara el tratado de extradición vigente con Estados Unidos, mecanismo que ha permitido la entrega de más de 60 hondureños a ese país.
La falta de una propuesta en relación a la extradición es preocupante debido a que, el 18 de febrero de 2025, la administración de Castro suspendió la denuncia hasta el 27 de enero de 2026, dejando la decisión final en manos del próximo gobierno.
El 18 de diciembre de 2024, durante una entrevista con medios de comunicación, Moncada afirmó su postura en relación con la extradición, y aseguró que «se ha instrumentalizado con fines políticos».
«Nuestra lucha es genuina contra el crimen transnacional y el tráfico de drogas, venga de donde venga y sea quien sea. Pero jamás permitiremos que, en un Estado independiente, soberano y con autodeterminación, por injerencia extranjera se pretenda afectar una institución o una persona, especialmente aprovechando el inicio de una campaña electoral. No nos oponemos al tratado de extradición, pero sí a su instrumentalización con fines políticos», afirmó.
Rixi Moncada está casada con Enrique Eduardo Arias Guillén, ingeniero agrónomo originario de Choluteca. Arias ha sido fundador de empresas como Maderas de Duyure S. de R. L. e Importadora de Repuestos Automotriz S. de R. L. (IREA S. de R. L.)
La primera fue fundada el 20 de mayo de 1997 y, según su acta de constitución, se creó con las finalidades de «compra-venta, industrialización y comercialización de la madera y sus derivados», y la segunda se creó el 30 de septiembre de 1999 para la «compra-venta de repuestos de vehiculos livianos y pesados, distribucion e importacion».
Rixi Moncada y su esposo también fundaron el 30 de marzo de 2013 una sociedad mercantil denominada Inversiones Jacaranda, S. de R. L., que tiene como finalidad la «compra-venta, hipoteca, permuta, arrendamiento y pignoración de bienes inmuebles y muebles» y «desarrollo, financiamiento, comercialización e inversión de proyectos de ingeniería civil».
Otra empresa, Transportes Arias Guillén, registrada el 10 de septiembre de 2012, es parte del patrimonio de Arias Guillén. Esta empresa, según su acta de constitución, está dedicada al transporte público de autobuses, taxis y mototaxis.
Políticamente, Arias Guillén ha estado vinculado al Partido Liberal desde los años ochenta, aunque en los últimos años ha militado en el Partido Libre. En las primarias del 9 de marzo de 2025, Arias Guillén resultó ser el diputado más votado del Partido Libre en Choluteca, por el movimiento Pueblo Organizado en Resistencia, uno de los que impulsó la precandidatura presidencial de Moncada.
Cabe destacar que Moncada no es la única candidata presidencial que busca que su pareja llegue al Congreso, también la esposa de Salvador Nasralla, Iroshka Elvir, actual diputada, es candidata a la reelección en el Congreso.
El 6 de mayo de 2024, Contracorriente publicó «El nepotismo del clan Zelaya busca sucesión en el clan Moncada», una radiografía de cómo el círculo familiar cercano de Rixi Moncada ha emulado prácticas de nepotismo y concentración de poder utilizadas también por la familia de la presidenta Xiomara Castro y su esposo, el expresidente Manuel Zelaya Rosales.
Actualmente, varios de los hermanos y hermanas de Rixi Moncada ocupan cargos relevantes dentro de la estructura gubernamental. Su hermano Mario Moncada es comisionado presidente de la Condepor, y en esa misma institución otro de sus hermanos, Óscar Moncada, se desempeña como jefe de regionales.
Su hermana Claudia Moncada es inspectora en el Instituto de la Propiedad (IP), mientras que otra de sus hermanas, Nora Moncada, funge como cónsul general de Honduras en Dallas. Otros hermanos, como Marlon Moncada y Carlos Moncada, ocupan cargos en la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) y en el Instituto Nacional de Migración (INM), respectivamente.
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Además, su hija Marcela Arias es representante de Honduras ante la Misión Permanente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, Suiza, y su hijo Ramón Arias se desempeña como gerente de país por Honduras ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Según el medio ICN, entre 2022 y 2025 Moncada registró varios movimientos patrimoniales: en 2022, siendo ministra de Finanzas, adquirió junto a su esposo un inmueble en Lomas del Guijarro Sur, Tegucigalpa, por 8.4 millones de lempiras.
El medio, en su revisión al patrimonio de Moncada, indica que la candidata también posee otro inmueble ubicado en la residencial Centroamérica de Tegucigalpa y, en su natal Talanga, tres terrenos que fueron adquiridos entre 1992 y 2000.
La investigación periodística señala que no existen documentos públicos que detallen cómo Moncada acreditó el dominio pleno para que la Junta Directiva de los Terrenos Comunales de Talanga le cediera uno de esos terrenos. El terreno consta de 817,500 varas cuadradas y está inscrito bajo el número 28, tomo 1723, en el Registro de la Propiedad de Talanga. De acuerdo con el reportaje, también es reclamado por otra persona que lo habita actualmente.
A pesar del reportaje, Moncada no se ha pronunciado públicamente en relación a su patrimonio y en Honduras las declaraciones juradas de los altos funcionarios son reservadas, por lo que no es posible contrastar si ella declaró el origen de sus bienes.
ICN también publicó que Eduardo Enrique Arias Guillén, esposo de Rixi Moncada, posee 19 propiedades que abarcan alrededor de 1,000 manzanas de terreno, de las cuales 13 son propias y seis en copropiedad con Moncada. El medio señaló que seis de estos inmuebles fueron otorgados por el Instituto Nacional Agrario (INA) entre 1996 y 2010. Tres de ellos están ubicados en Catacamas y los otros tres en Patuca, ambos municipios de Olancho. En conjunto, estas seis propiedades suman 3,406,179 metros cuadrados (488.5 manzanas).
Además, el 22 de junio de 2005 adquirió cuatro predios en Patuca que totalizan 2,130,012.98 metros cuadrados (304.84 manzanas).
Entre 2003 y 2022, Arias Guillén también compró cinco propiedades en San Antonio de Oriente, Francisco Morazán, que suman 60,095.20 metros cuadrados (8.6 manzanas). De estas, tres están a su nombre y dos en copropiedad con Rixi Moncada.
El reportaje de ICN igualmente documenta la adquisición de otros cuatro bienes inmuebles ubicados en Tegucigalpa y Talanga, Francisco Morazán.
Rixi Moncada, «radical» para unos y «rigurosa» para otros
Más allá de sus propuestas en materia económica, el plan de gobierno de Rixi Moncada, al ser comparado con el plan que llevó a Xiomara Castro al poder, presenta algunas similitudes en promesas como reformar el Código Penal, fortalecer una visión comunitaria de la Policía Nacional y combatir la corrupción público-privada.
Las diferencias en los planteamientos, sin embargo, son notorias. Moncada, a diferencia de Castro no promete la instalación de una Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad (CICIH), pese a que formó parte de la delegación —junto a su candidato a primer designado presidencial Enrique Reina, entonces canciller— que representó al gobierno en las negociaciones con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para un eventual convenio.
La candidata propone, en cambio, un sistema de jurisdicción especial con juicios sumarios y jurados populares, similar al modelo estadounidense. También plantea consultas populares sobre la creación de un Tribunal Constitucional y sobre el proceso de elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del fiscal general.
Para Óscar Estrada, la visión de Moncada es más radical que la del actual gobierno. «A juzgar por su oferta de campaña y por los cuadros que la acompañan, veo un gobierno con una agenda más radical: cambios estructurales más profundos, con una tendencia más autocrática, porque no tienen reparo en violar la ley ni en irrespetar derechos humanos y libertad de expresión».
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Russel Garay rechaza esa lectura y afirma que Moncada suele ser percibida como «radical» porque ha entendido que «el Estado no es perfecto» y porque «no es una estadista».
«Ella es honesta, comprometida y enormemente coherente. Conoce el Estado, pero no lo respeta ciegamente; reconoce lo que debe cambiarse. ¿Por qué vamos a proteger instituciones que no funcionan? Ella habla de que la justicia no funciona, de que la educación tiene una enorme deuda, de que la salud tiene una enorme deuda, de que las empresas públicas tienen una enorme deuda», concluye Garay.
Uno de los apartados más llamativos del plan es lo que denomina «derecho a la verdad», que plantea acciones relacionadas con los medios de comunicación. «Honrar nuestro pasado también significa reclamar a quienes ocultan la verdad su vileza; desenmascarar los intereses ocultos en los medios de comunicación, cada vez menos masivos y más repudiados, que con engaños y entretenimiento pretenden sembrar la duda y adormecer la conciencia de la juventud».
En su discurso de cierre de campaña, ofrecido el domingo 23 de noviembre en el Coliseum Nacional de Ingenieros en Tegucigalpa, Moncada insistió en romper lo que denominó la «dictadura de las comunicaciones falsas».
«Derecho a la verdad garantizado desde la Presidencia de la República para derrotar la dictadura de las comunicaciones falsas, para enfrentar a quienes monopolizan no solo la economía, sino también la comunicación y los partidos políticos», declaró Moncada frente a su militancia.
A diferencia del discurso de la candidata presidencial del Partido Libre, el actual gobierno destinó entre 2023 y 2024 un total de 255.2 millones de lempiras (más de 10 millones de dólares) en contratos de publicidad para medios corporativos. Así lo documentamos en el reportaje La «revolución» digital de Libre: propaganda que vincula a funcionarios con redes «noticiosas» y comunicadores a sueldo, publicado el 6 de marzo de 2025.
Entre los principales beneficiarios figuran empresas como Periódicos y Revistas S. A. de C. V. —editora de La Tribuna, El País y La Tribuna TV—, que recibió 59.6 millones de lempiras (más de 2.3 millones de dólares). Le siguió Compañía Broadcasting Centroamericana S. A. de C. V., propietaria de Canal 6, con 44.3 millones (más de 1.7 millones de dólares).
Compañía Televisora Hondureña S. A., responsable de Telenoticias, Hoy Mismo y TuNota, obtuvo 35.9 millones (unos 1.4 millones de dólares). Por su parte, Organización Publicitaria S. A. de C. V. —productora de La Prensa, El Heraldo y Go TV— recibió 19 millones (cerca de 746 mil dólares). Producciones Periodísticas Hable Como Habla S. de R. L., dueña de HCH Televisión Digital, obtuvo 10.3 millones (aproximadamente 410 mil dólares).
Adicionalmente, Rixi Moncada ha sido la candidata presidencial que más recursos ha destinado a pautas publicitarias en las redes de Meta (Facebook e Instagram). Según la biblioteca de anuncios de esa plataforma, Moncada ha destinado en los últimos 90 días 1,636,618 lempiras, lo que equivale a aproximadamente 62,000 dólares.
Esa cifra supera ampliamente los 159,524 lempiras (cerca de 6,000 dólares) que ha destinado Nasry Asfura, del Partido Nacional, y los 146,765 lempiras (unos 5,600 dólares) invertidos por Mario Rivera, de la Democracia Cristiana. Otros candidatos, como Salvador Nasralla, del Partido Liberal, y Nelson Ávila, del Partido Innovación y Unidad (Pinu), no han registrado pauta alguna en esas redes.
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Rixi Moncada no es fruto de la casualidad. Es el ejemplo de una mujer que ascendió a las altas esferas del poder gracias a su capacidad y a su estrategia. Conoce el Estado hondureño como pocos, pero ni sus cercanos ni sus críticos la consideran una «estadista»: unos sostienen que le han faltado mejores resultados, y otros aseguran que Rixi irrespeta el Estado… y que eso, para ellos, está bien.
Aunque Moncada proclame que todo debe cambiar, no puede negar que ha formado parte de la construcción del Estado actual: sus asesorías al Congreso Nacional (CN) durante la gestión de Rafael Pineda Ponce, su paso por el Ministerio Público (MP) y su experiencia en el Poder Judicial dan cuenta de ello. Además, fue la primera consejera presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) y ha ocupado cargos en el Poder Ejecutivo. En resumen, ha recorrido todas las instancias del Estado, pero hoy sostiene que esos cimientos deben ser removidos y que la economía debe democratizarse, aunque para algunos esa idea resulte ambigua.
Eduardo Facussé, empresario y expresidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), declaró en una entrevista que se publicó en el Patreon de Contracorriente, que la propuesta económica de Moncada de eliminar la central de riesgo es inviable y tampoco informa qué mecanismo se utilizará para conocer la viabilidad para que las personas accedan a créditos.
«Cuando ella habla de abolir la central de riesgos, ¿entonces en base a qué la banca privada va a otorgar los préstamos? ¿Va a ser el Estado quien va a decidir? Eso puede provocar que la mayoría retire sus ahorros de los bancos. La banca privada puede criticarse por no ser incluyente, pero eso puede reformarse de otras formas y pluralizar la economía, no democratizarla», indicó Facussé, quien agregó que, al igual que la propuesta de Ley de Justicia Tributaria —abanderada por Moncada—, sólo se han utilizado como instrumentos de discurso político.
Rixi Moncada puede ser odiada y rechazada por unos; amada y admirada por otros. Pero, sin lugar a dudas, es una mujer de ideas claras y firmes. Y aunque eso no siempre sea lo que define una campaña política, le asegurará un lugar en la historia de su partido y del Estado hondureño.
En Talanga, don Jorge, de 63 años, apoya abiertamente a la candidata a quien llama «mi paisana». Son las 11:00 a. m. y él descansa en el parque central, al lado de su bicicleta cubierta de calcomanías de «Rixi Presidenta». La conversación con dos de sus amigos se interrumpe al evocarla. A su edad, Jorge confía en que Moncada traerá desarrollo al municipio que lo vio nacer y crecer. «Aquí somos full Libre», dice, convencido de que ella ganará la presidencia.
«Vino Salvador Nasralla y fue vergonzoso lo poco que vino la gente a verlo», agrega.
Pero la esperanza de don Jorge también descansa en que un triunfo de Moncada podría beneficiarlo personalmente. «A mí ya no me quieren dar trabajo porque dicen que tengo más de 60 años, pero tampoco aplico a los bonos porque tengo menos de 65», comenta entre risas, antes de mostrarnos, con orgullo, la calle que conduce a la casa donde creció Rixi, en el barrio La Victoria.
Y es que en Talanga perciben a Rixi Moncada como una «talangueña más», aunque ahora con altas probabilidades de llegar a la presidencia de la república. Moncada ya no vive en Talanga, aunque la frecuente y visite a su padre, don Donaldo Moncada. La vida la llevó a dejar las modestas casas de adobe por la exclusividad de un barrio como Lomas del Guijarro Sur. Si alguna vez regresará a vivir al pueblo donde nació, nadie lo sabe.
Eso sí, han pasado muchos años desde que Moncada salió por primera vez de su hogar para trasladarse a Tegucigalpa y estudiar en la Escuela Normal Mixta, donde se graduó como maestra de educación primaria en noviembre de 1982.
Posteriormente obtuvo su título en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) como licenciada en ciencias jurídicas y sociales, con especialidad en derecho penal, el resto de la historia ya es conocida.
Idalia, la profesora jubilada de Talanga que estudió en el mismo colegio que Rixi, rechaza la idea de que la candidata presidencial sea una persona alejada de sus orígenes. Asegura que visita con frecuencia la casa donde creció, en el barrio La Victoria, donde aún vive su padre, don Donaldo, y que cada diciembre reafirma su devoción al Niño de la Virgen de Atocha, un santo venerado desde el siglo XVI.
«Acá han dicho que Rixi hasta tiene parientes brujas, o que no cree en Dios. Eso es falso. Ella organiza grupos que veneran al Santo Niño de Atocha. Yo sí recuerdo que era la más inteligente de sus hermanos. Rixi nació y creció aquí; la gente dice que se volvió lejana, pero, ¿qué tiene de malo querer salir de este lugar, estudiar en Tegucigalpa y convertirse en lo que es hoy?», expresa Idalia.
Hoy, a seis días de las elecciones generales, Rixi Moncada deposita su esperanza en el voto rural, como en su momento lo hizo el expresidente Juan Orlando Hernández, quien se proclamó ganador en medio de alegatos de fraude en las elecciones generales de 2017. En sus últimas apariciones públicas, Moncada ha calificado el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) de «tramposo» y de estar «hackeado», y ha llamado públicamente a su militancia desconocer los resultados que emita el CNE el día de los comicios.
*Contracorriente intentó realizar entrevistas con Edmundo Orellana, Arístides Mejía y Enrique Reina como parte del reporteo de este perfil. Sin embargo, los dos primeros se negaron a referirse a la candidata Rixi Moncada, y el tercero prometió una entrevista con fecha y hora, pero no la otorgó. También contactó al expresidente Manuel Zelaya Rosales, quien no respondió, y solicitó una entrevista con la propia Moncada a través de su equipo de campaña, pero no se obtuvo respuesta. Además, el medio buscó una entrevista con Bertha Oliva, del Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Honduras (Cofadeh), quien en junio de 2025 habló sobre un complot para asesinar a Rixi Moncada en 2009; aunque se le entregó personalmente la solicitud a su secretaria, no respondió.
*Contracorriente buscó en Datos Honduras, una plataforma construida en alianza entre Contracorriente y Criterio.hn con el apoyo técnico del Centro Latinoamericano de Periodismo de Investigación (CLIP), si las empresas de Moncada y su esposo has sido contratistas del Estado hondureño, pero no se encontró contratos en las bases de datos.
La versión original de este artículo fue publicada en Contracorriente.
