El máximo líder de la Mara Salvatrucha (MS-13) en El Salvador, Borromeo Enrique Henríquez Solórzano, alias “Diablito de Hollywood”, fue trasladado el 24 de noviembre de 2021 desde el Centro de Máxima Seguridad de Zacatecoluca hasta el Centro de Atención Integral al Adulto Mayor Casa Linda, un asilo de ancianos, donde estuvo internado 28 días. En esta clínica privada de San Salvador tuvo acceso a múltiples beneficios y, según la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York, participó en negociaciones con el Gobierno de El Salvador para garantizar la reducción de homicidios. El traslado de Diablito, de 45 años, fue una de las al menos nueve salidas de prisión de las que disfrutó entre 2019 y 2022, bajo la presidencia de Nayib Bukele.
De acuerdo con documentos desclasificados de inteligencia de la Policía Nacional Civil y de la Fuerza Armada de El Salvador, obtenidos por la organización hacktivista Guacamaya y distribuidos a organizaciones como DDOSecrets y medios de comunicación, entre estos La Prensa Gráfica y Redacción Regional, Diablito permaneció internado en el Centro de Atención Integral al Adulto Mayor Casa Linda del 24 de noviembre al 20 de diciembre de 2021 por supuestos problemas de oído, vías respiratorias y digestivos.
Los elementos de la subdelegación de la PNC de Zacatecoluca anotaron en el informe de novedades de ese día que el máximo líder de la MS-13 había sido llevado a una clínica privada para “evaluación de otorrino y gastroenterología”.
“A las 10:22 horas del presente día, sale comisión de este centro penal, a bordo del N-521, con dos custodios, llevando al PDF Borromeo Enrique Henríquez Solórzano, alias Diablito, MS, a clínica privada Centro de Atención de Salud, ubicada en San Salvador, Colonia Vista Hermosa a evaluación de otorrino y gastroenterología”, consignaba el reporte sin firma y enviado desde el correo de la subdelegación de Zacatecoluca hacia la Subinspectora de Área Especializadas Operativas con copia al Comando Conjunto Departamental de La Paz.
Reporte diario del 24 de noviembre de 2021 que consigna su sal
Cuando este líder de la Ranfla Nacional (la estructura de más alto nivel de la Mara Salvatrucha) llegó al asilo habían pasado trece días de la mayor masacre perpetrada hasta entonces en el Gobierno de Bukele. Durante los días 9, 10 y 11 de noviembre de 2021, se registraron 45 asesinatos que, según consta en informes de inteligencia de la PNC, fueron cometidos por la MS-13.
Una semana después, el 18 de noviembre, Elmer Canales Rivera alias “Crook”, otro integrante de la Ranfla Nacional, fue excarcelado por el gobierno de acuerdo con su ficha del Sistema de Información Penitenciaria (SIPE) al que LPG tuvo acceso, liberación que también fue consignada en la acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Seis días más tarde Diablito estaba alojado en una casa para adultos mayores que ofrece televisión por cable, aire acondicionado en las habitaciones, internet y visitas diarias, mientras las negociaciones entre las pandillas y el Gobierno aún se mantenían, según la fiscalía estadounidense.
No fue el último miembro de la Ranfla Nacional que visitaría Casa Linda.
El 26 de enero de 2022, un mes y seis días después de que Diablito fue devuelto a Zacatecoluca, Saúl Antonio Turcios Ángel, conocido como “Trece de Teclas”, llegó a bordo de una patrulla al asilo. Según los reportes diarios elaborados desde el penal consultados para esta investigación, era al menos su sexta salida de prisión desde que Bukele asumió la presidencia de El Salvador en junio de 2019.
Retrato de Diablito en los archivos de la Policía y el Ejército.
Las nueve salidas de Zacatecoluca
El miércoles 24 de noviembre a las diez de la mañana con 22 minutos Diablito abordó la camioneta con placas N-5261 y fue custodiado por dos elementos de seguridad como exige el protocolo penitenciario. El pick-up blanco que salió de Zacatecoluca lo llevó hasta la Avenida Maquilishuat #224 en la Colonia Vista Hermosa de San Salvador.
La hora de regreso no quedó registrada en los reportes consultados, los inspectores de Zacatecoluca no sabrían de su retorno hasta casi un mes después.
Obtener autorización para ser trasladado de un penal a Casa Linda era un trámite complejo, como lo muestra un habeas corpus interpuesto en 2019 por un preso identificado como WARM. A pesar de que un juez sostenía que el preso padecía de diabetes, hipertensión arterial e insuficiencia renal, el Centro Penal de San Miguel, uno de menor seguridad en comparación a Zacatecoluca, le denegó el traslado argumentando que el preso “se encontraba estable y recibiendo los medicamentos proporcionados por sus familiares».
Una fuente que trabajó dentro del penal de Zacatecoluca aseguró a LPG que Diablito no tenía problemas graves de salud y que “los padecimientos que tiene podían ser tratados dentro de la clínica” del propio penal.
Fachada de la entrada del asilo en la colonia Maquilishuat de San Salvador.
El traslado a Casa Linda fue al menos la octava ocasión que Diablito salía del penal de Zacatecoluca por supuestas emergencias médicas y consultas programadas desde el comienzo de la actual administración, de acuerdo con una revisión exhaustiva a más de dos mil informes oficiales de la Policía Nacional Civil y del Grupo de Tarea Nonualco del Ejército salvadoreño, que van del 4 de julio de 2019 al 8 de mayo de 2022, un mes y medio después de instaurado el régimen de excepción, que ya cumple un año.
La primera salida de la que hay registro en la filtración de correos es del 8 de enero de 2020. Ese día el coordinador del centro penal de Zacatecoluca, Carlos Sánchez, indicó que Diablito salió rumbo al Hospital Nacional Santa Teresa a las 8:30 de la mañana y regresó a las 11:30. Pero no escribió la razón del traslado.
Sin embargo, esta no fue la primera vez que Diablito salió del penal de Zacatecoluca. Una investigación de La Prensa Gráfica realizada en septiembre de 2021, reveló que las salidas de Diablito a este hospital comenzaron al menos desde el 1 de noviembre de 2019.
Los viajes a este centro de salud se hicieron recurrentes. La principal razón que registraban las autoridades policiales y la inteligencia militar en los informes era que Diablito iba a “evaluación médica” o “cita médica programada” en el área de medicina general.
Diablito solía salir junto a otros líderes a las consultas en el Hospital Santa Teresa. Su principal acompañante era Carlos Tiberio Ramírez Valladares, que según el requerimiento CR-22-429 de la Corte Este neoyorquina fue “pieza clave” en las negociaciones con los gobiernos del FMLN y Nayib Bukele. Tanto la inteligencia militar como la policial reportaron en sus informes que «Diablito» también solía salir acompañado de sus compañeros “Trece de Teclas” y Carlos Alberto Martínez, alias “Shaggy” o “Pelón”.
Sin embargo, la salida a Casa Linda de noviembre de 2021 fue la primera que la Dirección General de Centros Penales autorizó a este asilo de ancianos.
Con base en todos los registros analizados para esta investigación, Diablito sumó al menos 38 días fuera del penal de Zacatecoluca, entre las dos veces que estuvo internado en el Hospital Santa Teresa (que fueron de una semana en una ocasión y de tres días en otra) y Casa Linda.
Estados Unidos investiga el pacto con las pandillas
La presencia de Diablito en Casa Linda fue señalada por la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York como un movimiento para “facilitar las negociaciones” entre la MS-13 y el gobierno salvadoreño.
Según se lee en una acusación dada a conocer el pasado 23 de febrero por la Corte Este neoyorquina en contra de miembros de esta pandilla, “los oficiales de prisiones facilitaron temporalmente la transferencia de líderes de la MS13, incluyendo Henríquez (Diablito), a hospitales civiles para ‘tratamiento’ de condiciones médicas inexistentes, lo que permitió a dichos líderes comunicarse con miembros de la Ranfla en las Calles y facilitar las negociaciones”.
Una güila o mensaje escrito por la MS13 confiscada al interior del penal de Izalco en septiembre de 2019 y a la que la LPG tuvo acceso, muestra que los pandilleros estaban usando los traslados a hospitales para transmitir los lineamientos de reducir el número de homicidios al resto de la pandilla en las calles.
“La información es de hacerlo llegar a los otros modulos (sic) (de Izalco) pero con jente (sic) de confianza o que salga al hospital o clínica para que se lo den a la jente (sic) que anda al frente de las cosas”, se leía en el recado.
Un pandillero que conoció de cerca las negociaciones y ahora se encuentra fuera de El Salvador dijo bajo condición de anonimato para esta investigación que en los hospitales también se daban órdenes para regular y coordinar los homicidios que la pandilla avalaba y que estaban fuera de la negociación de la reducción de la violencia: “Se juntaban ahí con los locos, ahí fue donde dieron la lista completamente (lista con gente a matar). Hablaban con ellos, sus familias y cosas así, todos ellos. Daban las órdenes en otras palabras. Era el único contacto que podían tener ahí”.
Vista de una de las habitaciones individuales en Casa Linda.
Diablito en Casa Linda
Casa Linda está ubicada al final de la avenida Maquilishuat cerca de la última curva de la discreta y poco transitada colonia Vista Hermosa. En esta zona abundan las casas residenciales y algunos comercios que conviven en un ambiente poco ruidoso.
Los habitantes de la colonia nunca supieron que uno de los principales criminales que Estados Unidos solicita en extradición fuera su vecino en aquellos días de noviembre y diciembre de 2021. Sólo observaban que camionetas de la DGCP se estacionaban frente a Casa Linda. Una fuente que trabaja en la zona aseguró que era recurrente ver inspectores y seguridad estatal cerca del asilo, previo al régimen de excepción impuesto vía decreto el 27 de marzo de 2022.
“Como es negocio privado, como que traían a gente algo rara ahí”, dijo. Aunque no recuerda exactamente las fechas en las que vio estos operativos, aseguró que veía que “venían a tratamientos de un mes en la que salía uno y entraba otro”.
“Nosotros sentíamos raro que trajeran a gente de Centros Penales. Adentro (de Casa Linda) había gente de Centros Penales cuidando”, asegura la fuente, que habló bajo anonimato por razones de seguridad.
Estos operativos contrastaban con la tranquilidad de la zona, ubicada a menos de un kilómetro de la autopista a Comalapa.
De acuerdo con un funcionario del Departamento de Justicia de Estados Unidos que no puede revelar su identidad, la ubicación discreta del asilo fue una de las razones por las que la DGCP envió a Diablito ahí y así evitar que testigos observaran los movimientos que se realizaban.
Vista de un pabellón del Centro Penal de Máxima Seguridad de Zacatecoluca
El Centro de Atención Integral al Adulto Mayor Casa Linda es un asilo de ancianos como lo especifica su razón social. Es propiedad de la compañía ESDEL SA de CV, un conglomerado de empresas dedicadas a brindar “servicios de medicina” y fundada en 2010 por el doctor Eduardo Alfonso Cruz Guadrón y la odontóloga Sulma Figueroa de Cruz, según los documentos del Centro Nacional de Registro de El Salvador.
Casa Linda se define en sus propias palabras como un “centro integral al adulto mayor para la recuperación post-operatorio, brindando los servicios médicos por personas profesionales ofreciendo las comodidades de un hospital” y “sin restricciones” de edad. Donde, además, dicen ofrecer estudios de laboratorio médico, consultas médicas generales, hospitalización, terapias y estadías temporales permanentes.
Sin embargo, LPG visitó el lugar y pudo constatar que no se trata de un centro de una clínica especializada, sino de una residencia de ancianos donde la mayoría de los pacientes necesitan ayuda para movilizarse y de ser atendidos por especialistas.
Casa Linda tiene un único acceso habilitado para ingresar al hospital-asilo: un enorme portón doble de color negro donde entran por igual pacientes y clientes para registrarse en el mostrador. Adentro cuenta con una sala principal junto a un comedor que es utilizado por los pacientes. El asilo cuenta con 28 habitaciones.
Casa Linda sólo cuenta con un equipo de enfermería y un médico general las 24 horas, quien brinda consultas diarias a los adultos alojados en las instalaciones. No existen áreas de hospitalización especializada y en caso de necesitar atención de rayos x, diálisis o quimioterapia son trasladados a clínicas que cuentan con estos servicios. “Tenemos alianzas con otras clínicas. Es un servicio externo. Trasladamos el paciente al lugar”, aseguró una empleada de Casa Linda.
Incluso, las ambulancias estacionadas afuera de las instalaciones no son exclusivas para trasladar a gente del asilo, sino que se trata de otra empresa de este matrimonio llamada Ambured que transporta todo tipo de pacientes hacia cualquier hospital.
En Casa Linda, los pacientes que ingresan son tratados, primero, en un consultorio médico ubicado al fondo del inmueble. Luego de ser tratados por un médico de planta, son remitidos a alguna de las 28 habitaciones, de las cuales sólo siete son individuales, pues el resto se comparten con uno o dos pacientes más.
Vista a otra de las habitaciones del recinto.
En cualquiera de las habitaciones en la que Diablito haya sido instalado contó con dieta completa de tres comidas y dos meriendas diarias, alimentación realizada por chef de planta, cama hospitalaria para mayor confort del adulto mayor, baño privado, aire acondicionado, televisión con cable, internet inalámbrico y ventilación natural en la habitación, lavado, secado y planchado de ropa así como cuidados de enfermería las 24 horas. El centro también facilita las visitas en el horario de 9 de la mañana a 8 de la noche.
“Todas las habitaciones tienen estos beneficios. Las visitas son de lunes a domingo. Pueden sacar a los huéspedes cuando deseen, porque hay otros lugares que cuando los ingresan ya es complicado sacarlos. Nosotros no”, dijo una empleada de Casa Linda.
El costo de hospitalización a particulares en el recinto varía según el tipo de habitación. Hay compartida con tres personas por 850 dólares, compartida con dos personas por 950 dólares y habitaciones individuales “normal” por 1,200 e individual “grande” por 1,500 dólares. Es decir, que por 28 días el precio de la estancia de Diablito oscilaría entre los 1,500 y los 850 dólares.
Consultado sobre los motivos detrás de la atención de los líderes pandilleriles, el doctor Eduardo Cruz, dueño de Casa Linda, dio dos respuestas. Primero aseguró que “es desinformación porque de ahí sólo son ancianos de 80 años para arriba. Es abierto pues, pueden ustedes ir a ver ahí. Creo que hay un poco de desinformación al respecto”.
Al indicarle que informes de inteligencia de la Policía y el Ejército confirman el traslado realizado por Centros Penales, y la permanencia en su clínica de al menos dos pandilleros de gran calado, dijo: «pudo ser una equivocación o algún traslado de ambulancia que hacen ahí, pero no hay ingresos de otro tipo de pacientes”
Al repreguntarle si estaba enterado de estos hechos, el médico dijo desconocerlos. “No. No, yo recibo informes todos los días. No”.
Reporte que consigna el retorno de Diablito al Centro Penal de Máxima Seguridad de Zacatecoluca.
El regreso a Zacatecoluca
El 20 de diciembre a las cuatro de la tarde Diablito regresó al penal de Zacatecoluca, esta vez a bordo de la camioneta N-20680 y nuevamente con dos custodios. Su salida representó la estancia más prolongada de la que haya constancia en los más de 2 mil registros de la Policía y del Ejército analizados para esta investigación.
Después de su regreso de Casa Linda, Diablito fue trasladado nuevamente el 25 de marzo de 2022 a otro hospital privado a tan sólo unas horas de que comenzara la mayor masacre registrada en El Salvador después de la firma de los Acuerdos de Paz: 62 asesinatos en 24 horas. En aquella ocasión fue llevado al Hospital Bautista. No hay constancia de su regreso en los documentos consultados.
Cinco días después, el 30 de marzo de 2022, Bukele exhibió desde su cuenta de Twitter a Diablito ante las cámaras dentro de sus celdas en Zacatecoluca, después de haber impuesto el Régimen de Excepción.
“Este reconocido pandillero se queja de que ya no le dan pollo en el almuerzo y que ahora solo le dan frijoles con tortilla. Injusto es que los salvadoreños compren frijoles para comer y que de esos impuestos, se le compre pollo a sus asesinos”, escribió.
*En la realización de este reportaje se buscó la reacción de la Dirección de Centros Penales a través de Alejo Carbajal Amaya, jefe de Unidad de Comunicaciones y Relaciones Públicas. El funcionario contestó el teléfono y pidió que se le enviara la pregunta por escrito por la aplicación WhatsApp. Se le hizo llegar un mensaje de texto con las preguntas sobre el tema, pero hasta el cierre de esta edición no dio respuesta.
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Es periodista oriundo de la Ciudad de México. Ha concentrado sus esfuerzos los últimos 13 años en investigar de primera mano la historia y evolución de la Mara Salvatrucha en el Triángulo Norte Centroamericano, México y Estados Unidos. Premio a la Excelencia de la SIP 2023.
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Periodista de investigaciones, especializado en temas de corrupción y seguridad pública con publicaciones en medios de Centroamérica, México y Europa. Premio a la Excelencia de la SIP 2023.
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