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Honduras

diciembre 9, 2025

Juan Orlando Hernández, ‘JOH’, el dos veces expresidente de Honduras (una de estas inconstitucional) es de nuevo un hombre libre.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo indultó pese a una condena por narcotráfico en su contra y echó tierra encima de una investigación llena de pruebas y en la que hasta prominentes narcotraficantes testificaron los vínculos de Hernández con el narco durante sus gobiernos.

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Ahora, Hernández se plega al discurso de un complot en su contra orquestado por una “izquierda internacional” a la que se habría aliado el gobierno Biden.

En detalle, el acto de Trump contradice su lucha anticrimen organizado en la región y pone de relieve su poder autoritario, con el que indulta a sus cuestionados aliados en Centroamérica, de manera discrecional y pese a las pruebas presentadas en el sistema de justicia estadounidense.

De fondo, además, la liberación de Hernández es una clara interferencia en el proceso electoral hondureño: Trump prometió indultar a JOH si el candidato del partido Nacional, Nasry Asfura, resulta ganador en los comicios del 30 de noviembre. Pero no esperó: el resultado, aún en ciernes, mantiene una batalla entre Asfura y Salvador Nasralla, del partido Liberal.

Por lo pronto, Hernández aún no podrá regresar a Honduras, país donde tiene procesos abiertos en su contra. El 8 de diciembre, el fiscal Johel Zelaya, afín al oficialismo, solicitó su captura internacional.

«Hemos sido lacerados por los tentáculos de la corrupción y por las redes criminales que han marcado profundamente la vida de nuestro país. Es por ello que exhorto a los organismos de seguridad del Estado y a nuestros aliados internacionales, como la INTERPOL, a ejecutar la orden de captura internacional contra JOH, acusado por los delitos de lavado de activos y fraude en el caso Pandora II. Nuestra lucha es frontal», dijo el fiscal.

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