«Nosotros ya sabemos lo que va a pasar el domingo 30, a las nueve de la noche, con el TREP, porque el TREP lo tienen hackeado. Pero el TREP es un resultado preliminar, y tenemos que saber que van a meter las actas que ellos ya seleccionaron. Nosotros haremos nuestro propio conteo con el acta física y vamos a demostrar nuestra victoria», le dijo Rixi Moncada a miles de militantes del Partido Libre en la concentración de cierre de campaña en Tegucigalpa este domingo 23 de noviembre.
Moncada repitió las instrucciones difundidas hace dos semanas para realizar un conteo especial de las actas originales emitidas por el 100 % de las Juntas Receptoras de Votos (JRV). «Custodiaremos y defenderemos nuestra victoria; llevaremos estas instrucciones precisas a todos los pueblos», expresó.

La aspirante ha hecho alusión a un supuesto boicot del Consejo Nacional Electoral (CNE) para favorecer, en el primer corte de resultados, al candidato Salvador Nasralla, una situación que se volvió pública después de que, el 29 de octubre, el Ministerio Público (MP) divulgara 26 audios que, supuestamente, atribuyen a la consejera Cossette López, en lo que el oficialismo ha calificado como un «intento de fraude».
La candidata aseguró que el día de las elecciones contarán con resultados de boca de urna que se emitirán a las 9:00 a. m., 11:00 a. m., 1:00 p. m. y 4:00 p. m. «Iremos midiendo cómo va el resultado de la elección. Nosotros ya sabremos cuál es la diferencia de votos que llevamos en las 19,167 urnas, y vamos a ir evaluando así. A las seis de la mañana, todos haciendo fila con nuestra gente para el voto masivo, voto popular», señaló, a pesar que la mayoría de las encuestas previas la colocan en un tercer lugar en intención de votos a nivel presidencial.

Entre sus propuestas se encuentra eliminar la central de riesgos en el sistema financiero, reducir las tasas de interés de los préstamos bancarios, impulsar la producción agroindustrial y continuar promoviendo la Ley de Justicia Tributaria, algo que ella aglomera en un plan de «refundación» del sistema económico y que ha sido una promesa —también vista como amenaza por algunos sectores de la empresa privada— durante la administración de la actual presidenta Xiomara Castro.
En su discurso, Moncada, aseguró que en las elecciones generales del 30 de noviembre vencerán a quienes «privatizaron la salud» y «cambiaron el sistema económico», refiriéndose al bipartidismo.
«La lucha este 30 de noviembre es contra quienes nos impusieron más de 200 fideicomisos, saquearon la caja pública y, cuando empezamos la defensa de lo nuestro, de los bienes comunes, como a Berta Cáceres, nos asesinaron. A ellos vamos a enfrentarnos; no los perdamos de vista», manifestó Moncada, quien afirmó que en estas elecciones se disputan dos modelos: «el modelo de los golpistas y oligarcas» y el «modelo socialista y democrático» expresó.
Moncada obvió que durante el gobierno de Xiomara Castro, el defensor ambiental Juan López, fue asesinado y uno de sus principales detractores era el alcalde de Tocoa, Adán Fúnez, miembro importante del Partido Libre, quien según una publicación de Infobae está siendo investigado por la fiscalía hondureña como el autor intelectual del crimen.
Moncada cerró su campaña en Tegucigalpa, en el Coliseum Nacional de Ingenieros luego de visitar junto a su equipo de campaña 40 municipios en los 18 departamentos del país. Un día antes, el sábado, en San Pedro Sula, encabezó un evento similar; y el 19 de noviembre, en esa misma ciudad, presentó también su plan de gobierno.

El candidato popular en Cybertruck
Salvador Nasralla, el candidato a la presidencia por el Partido Liberal y ex aliado político de la actual presidenta Xiomara Castro, decidió hacer una caravana en Tegucigalpa y su cierre más oficial respaldando al alcalde de San Pedro Sula, Roberto Contreras. En la caravana que realizó el sábado 22 de noviembre en Tegucigalpa, Nasralla fue acompañado de su esposa, la candidata a diputada Iroshka Elvir, y se transportaron en un vehículo Cybertruck de Tesla pintado con la bandera blanco y roja del Partido Liberal y el nombre de Salvador Nasralla.
«Los nacionalistas no deberían desperdiciar su voto, deben votar por Salvador Nasralla», dijo frente al único Cybertruck que hay en Honduras y agregó que lleva 13 puntos de ventaja sobre el candidato nacionalista Nasry Asfura.
También aseguró que su partido se mantiene alerta ante intentos del oficialismo de controlar las elecciones. Se refirió a la denuncia de la consejera del CNE, Cosette López, sobre el presunto control del material electoral que pretendían ejercer las Fuerzas Armadas en Tocoa, Colón. Según Nasralla, su representante en ese departamento, Ricardo Elencoff, advirtió sobre la situación. Sin embargo, Elencoff es un personaje controversial por sus vínculos previos con el crimen organizado.
Sobre su reciente visita a Washington, donde presenció la audiencia del Subcomité de Asuntos Hemisféricos del Congreso liderada por la republicana María Elvira Salazar, Nasralla afirmó que su relación con el gobierno de Estados Unidos es «muy fuerte» y aseguró que ese país únicamente busca que haya elecciones limpias en Honduras, no favorecer a un candidato en particular, pese a que él fue el único aspirante presidencial que asistió.
La comitiva de la que fue parte el candidato liberal, también incluyó al republicano Carlos Trujillo, embajador estadounidense en la Organización de Estados Americanos (OEA) y quien también ha sido abogado de Próspera, una empresa sumamente controversial debido a su intento de mantener en Honduras un experimento libertario que fue declarado inconstitucional en 2024.

Entre las propuestas de Nasralla se encuentra el restablecimiento en la institucionalidad, combatir la corrupción, generar empleo con programas de apoyo a jóvenes, mujeres y micro, pequeñas y medianas empresas, que incluirán créditos blandos, ventanilla única y la creación de un monotributo para simplificar el pago de impuestos y recuperar la soberanía alimentaria del país.
Su caravana se vio interrumpida tras un altercado en la ruta por el sector Pedregal en la capital, Nasralla denunció «un ataque» atribuyendo esto a grupos que, según dijo, estaban bajo las órdenes de Rixi Moncada, candidata del Partido Libre.
«Grupos hondureños y extranjeros, encapuchados con pasamontañas y claramente coordinados, golpearon a nuestros candidatos, retiraron nuestros distintivos del partido, quemaron la bandera del Partido Liberal y lanzaron piedras. Estamos infiltrados por gente de otro país por órdenes de la candidata del Partido Libre, que se llama Rixi Moncada», señaló Nasralla en una conferencia ofrecida en el Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL).
Nasralla, calificó los hechos de «no haber sido improvisados ni un malentendido», afirmó por el contrario que se trató de «un operativo de violencia premeditada».
En San Pedro Sula, Roberto Contreras, alcalde y aspirante a la reelección por el Partido Liberal, mencionó a su yerno, Steve Fajardo —acusado de un desfalco de unos 45 millones de lempiras en la alcaldía sampedrana— durante su intervención en el cierre de campaña liberal en el Gimnasio Municipal. «Queremos decirle que lo extrañamos», dijo ante una militancia que ya llevaba rato esperando por los discursos.
Contreras y Nasralla comparten su origen de «outsiders» en la política hondureña, el primero ha participado con el Partido Liberal del cual ahora es el presidente, pero comenzó en la política como independiente, mientras que Nasralla ha pasado ya por tres partidos y una alianza política con Libre, y en ese camino inestable siempre se jacta de no ser un político tradicional.
La tarde de cierre en San Pedro Sula comenzó con la llegada lenta de simpatizantes, que entraban al recinto al ritmo de «Simplemente amigos» y «Si no te hubieras ido». A cada quien le entregaban un tamal, un banano y comida de Power Chicken, el restaurante propiedad de Contreras; después, lo que siguió fue una larga espera por las intervenciones de Contreras y el candidato presidencial, Salvador Nasralla. Para llenar el tiempo, uno de los presentadores organizó un concurso de perreo y pidió a tres militantes «tumbar la casa», mientras diputados bailaban y él gritaba: «¿Cuál es la ruta? ¡Sacar a Chumpa Juca!».
El protagonismo previo a los discursos lo acaparó Contreras. Su equipo repartió pequeños pollitos luminosos a la entrada y él entró al escenario al ritmo del corrido «El papá de los pollitos». Su encargado de comunicaciones, Josué Cover, aclaró que se trataba de un «cierre de campaña municipal».
Al hablar del Gobierno de Libertad y Refundación, aseguró que «cuatro años nos vendieron odio y división, y ahora llega la sangre roja del Partido Liberal; nuestra venganza será el perdón». Dijo que la tarea principal es «construir Honduras» y que los liberales no pelearán contra enemigos políticos, porque «los verdaderos enemigos son el desempleo, la pobreza y la falta de oportunidades».
La noche concluyó con el anuncio de que Mario «Chano» Rivera, el candidato presidencial de la Democracia Cristiana, retiró su candidatura y pidió el voto a favor de Nasralla. Rivera proviene de una familia de tradición nacionalista y ha aparecido como la última fuerza política en la mayoría de las encuestas; su principal promesa de campaña fue la anexión de Honduras a Estados Unidos.
Antes de despedirse, Contreras aconsejó a los presentes que si tienen un familiar que planea votar por el oficialismo, «escóndanle la cédula».

Un Partido Nacional dividido cerró campaña refugiándose en el discurso religioso
El Partido Nacional cerró campaña en Tegucigalpa presentando a sus candidatos a diputados y al candidato a la alcaldía Juan Diego Zelaya. Asfura, quien también fue alcalde de la capital, ha enfrentado múltiples cuestionamientos por contratos de manejo de basura, su aparición en los Pandora Papers y acusaciones del Ministerio Público por el uso irregular de fondos públicos.
El evento inició al ritmo del reguetón y la cumbia, «no hay otro pueblo más macho que el pueblo catracho del cual vengo yo», coreó el público, para luego pasar a la música religiosa y la intervención de un pastor evangélico que aseguró que van en contra del partido Libertad Refundación (Libre), al que calificó como enemigo de la iglesia.
El candidato a la alcaldía, Juan Diego Zelaya, dio un discurso en el que ensalzó la administración de «Papi a la Orden» en la Alcaldía del Distrito Central y pidió el voto en línea para el Congreso. Mientras hablaba sobre «defender a Honduras de un plan Venezuela», los activistas nacionalistas comenzaron a retirarse del lugar de la concentración.
Asfura entró al escenario cuando el sitio de la concentración estaba quedando vacío, besó a su esposa y subió junto a sus hijas. Su esposa habló antes pidiendo el voto para su esposo y luego él continuó un discurso que no encontró algarabía en su ya reducido público.

En sus propuestas, Asfura asegura que su prioridad es la creación de empleo, la descentralización y el fortalecimiento de la educación y la salud. Además propone incentivar la inversión público-privada, atraer capital extranjero y fortalecer los sectores productivos con énfasis en oportunidades para jóvenes y mujeres. Su estrategia incluye programas de capacitación, tecnificación de mano de obra y apoyo a emprendimientos locales para dinamizar la economía.
El aspirante presidencial, también plantea un modelo de descentralización que otorgue mayores competencias y recursos a las municipalidades. Como ser el equipamiento a las alcaldías, el fortalecimiento de la gestión local y la ampliación de programas de infraestructura comunitaria.
En los sectores de salud y educación, su plan contempla la modernización de hospitales, reducción de la mora quirúrgica y digitalización de expedientes médicos. Mientras que, en educación, propone mejorar la infraestructura escolar, ampliar el acceso a tecnología y reforzar programas de formación docente. Asfura presenta estas iniciativas dentro de un enfoque que prioriza el orden administrativo y la gestión eficiente del aparato estatal.
A una semana, las elecciones en Honduras se ven con incertidumbre y expectativas, mientras las misiones internacionales y nacionales de observación se preparan para legitimar un proceso que ha sido opacado por la desconfianza y las denuncias de fraude anticipado.
*Con reportes de Allan Bú.
La versión original de este artículo fue publicada por Contracorriente.


